Aunque los medios nos dicen que él falleció a principios de este año, algunos estamos convencidos de que simplemente decidió regresar a su planeta. David Bowie, Stardust Grandiose, icónico y camaleónico, se había marchado un 10 de Enero del 2016. Pero en lugar de pensar en la gran pérdida que significa para la industria musical, recordemos lo que David Robert Jones hizo durante su carrera– y sigue haciendo, ya que para sorpresa de muchos, dejó suficiente material para seguir lanzando discos por algunos años más. Su disco Space Oddity es uno de los más aclamados. Durante esta época, el cantante comparó el viaje al espacio con un trip de drogas, en la que un astronauta se desconecta totalmente de su entorno. El viaje de Mayor Tom se hace de manera progresiva: él no se marcha sin haberse despedido, alcanzando el cosmos lentamente. Bowie fue un artista meticuloso, había planeado el lanzamiento de este disco de manera cuasi cronometrada con el aterrizaje del Apollo 11 en la superficie lunar. Los visuales de Bowie más recordados son los de Ziggy Stardust, el mensajero de Starman que anunciaba el fin del mundo cinco años después de haberse comunicado con los humanos. Su cabellera roja y los llamativos contrastes de sus atuendos lo convirtieron en un ídolo de la cultura pop. David siempre se reinventó musicalmente, incómodo con los límites de lo aceptable, en una piel que parecía quedarle chica. Fue auténtico, audaz, gestando siempre discos cargados de significado personal y una cierta sensibilidad artística que lo asemejan a los cuadros de Salvador Dalí. Bowie… Si lees esto, dínos de una buena vez: ¿Acaso hay vida en Marte?
Texto: Carmen Reyes